Las parcelas moldeadas por el fértil valle que dibuja el Sil al noroeste de la provincia de Ourense, son las responsables del potencial vinícola de Terriña. Los suelos arcillo-ferrosos, inviernos fríos y veranos calurosos, otoños y primaveras suaves y pluviometría media contribuyen a que Valdeorras cuyo significado literal es “valle de oro” sea zona productora de vino desde la época de los romanos, quienes plantaron viñedos y construyeron lagares.
Desde aquella época, viticultores y elaboradores han recorrido un largo camino hasta que 1945 se reconoció la Denominación de Origen Valdeorras por Orden Ministerial.
Terriña, aunque recientemente restaurada, es una de las bodegas más antiguas de la D.O Valdeorras. La bodega, situada en la localidad de Petín, está formada por 25 hectáreas de viñedo, donde se elaboran vinos amparados por la D.O Valdeorras.
Esta pequeña D.O se extiende de este a oeste flanqueada por cadenas montañosas en las que crecen las vides. En los últimos años se ha realizado en la zona un gran esfuerzo para recuperar las variedades autóctonas, especialmente Godello y Mencía, y elaborar vinos de personalidad única.
VITICULTURA
Localización
El viñedo de Terriña, se encuentra mayoritariamente en el municipio de Petín, a una altitud media de 350 m. El viñedo se encuentra muy próximo a la bodega, con lo que el espacio de tiempo que media entre la recogida de la uva y su selección y procesado resulta mínimo, permitiendo mantener sus características intactas.
Orografía
Las pendientes de las laderas en las que se sitúan nuestros viñedos, así como su orientación N-S permite la correcta aireación de la planta, evitando al mismo tiempo la incidencia de vientos fuertes, así como una excelente insolación, la minimización del riesgo de heladas, además de un drenaje adecuado de los suelos.
Clima
Nos encontramos en un clima mediterráneo-oceánico (con influencia atlántica), con inviernos fríos y veranos cálidos, otoños y primaveras suaves, que resulta ideal para la obtención de vinos de calidad (Zona I de Winkler).
En 2014, la Tª máxima fue de 37ºC, la mínima de -4.3ºC, con una temperatura media de 14ºC. La precipitación anual recogida resultó de 812.6 L/m2.
Como ya se ha comentado, el riesgo de heladas en nuestros viñedos es mínimo, dada la adecuada orientación, ventilación, pendiente e influencia termorreguladora del embalse de San Martiño.
Las temperaturas extremas, así como la baja pluviosidad durante la época de maduración de la uva, resultan fundamentales en la baja incidencia de enfermedades y plagas en el viñedo.
Suelo
Los viñedos de Terriña están situados en suelos poco profundos, y, por lo tanto, pobres y con baja reserva hídrica, lo que impide un excesivo desarrollo de la planta. La textura franco-arcillosa que presentan, resulta difícilmente penetrable por el sistema radicular, y, dada su capacidad de retención de agua y facilidad de encharcamiento, resultan fríos, lo cual facilita, durante la época de maduración (de muy altas temperaturas) el equilibrio térmico de la planta. Se trata de suelos pobres en materia orgánica y nitrógeno total, con contenidos adecuados de micronutrientes, y de reacción ácida. Todo ello, unido a las anteriores características descritas, hace de los suelos de nuestros viñedos excelentes para la obtención de producciones limitadas de gran calidad.
Se realiza laboreo mecánico en otoño-invierno, para mejorar la estructura del suelo, y por lo tanto, incrementar la permeabilidad al agua y al aire, facilitando además la penetración del sistema radicular, permitiendo así la acumulación de reservas hídricas para las estaciones secas y un correcto desarrollo de la raíz. Posteriormente, al final de primavera o inicio de verano, se aplica un laboreo superficial para mantener las reservas de humedad, asegurando a la vid la cantidad de agua precisa para su vegetación y fructificación.
Con estas labores se eliminan también malas hierbas, sin necesidad de emplear herbicidas químicos, se facilita la termorregulación, y se incrementa la flora microbiana.
Cultivo
La espaldera vertical en la que se conducen nuestros viñedos asegura su adecuada insolación (tanto foliar como de racimos), evita los riesgos debidos a la humedad del suelo, permite una adecuada nutrición hídrica de la planta y el control de la vegetación. El sistema de poda aplicado es Guyot doble, con el fin de obtener unas producciones medias adecuadas a nuestros estándares de calidad (6000 kg/ha), asegurando el desarrollo correcto y homogéneo del fruto (gracias a la adecuada distribución de los racimos) además de minimizar el riesgo de afectación de enfermedades y plagas.
En función del año y la planta se realizan las operaciones en verde que se consideren necesarias, siempre conducentes a la obtención de uva de calidad con rendimientos adecuados.
Gracias a las condiciones climatológicas, orografía, orientación, conducción y manejo de nuestros viñedos, la incidencia de enfermedades y plagas de la vid es mínima. El número medio de tratamientos fitosanitarios por campaña es de cuatro, sin ser necesario recurrir al empleo de insecticida ni antibotrítico, que, además de resultar altamente perjudiciales para el ecosistema, incidirían negativamente en la calidad de los vinos.
VENDIMIA MANUAL
La bodega cuenta con 25 hectáreas de viñedo propio, donde elaboramos vinos amparados por la D.O. Valdeorras.El inmenso potencial vitícola de nuestras parcelas viene dado por la naturaleza de sus suelos, de textura arcillo-ferrosa, y las características climáticas de la zona, con inviernos fríos y veranos calurosos, otoños y primaveras suaves y pluviometría media.
Tras años de esfuerzo investigador, de implantación de nuevas tecnologías y modernización del proceso de producción, hemos conseguido que nuestros vinos de la D.O. Valdeorras estén entre los mejores de España y que se exporten a los cinco continentes.
La filosofía de Terriña se basa en el respeto por la tierra, a través del ejercicio de una viticultura sostenible y una enología que permite preservar las características varietales y resaltar el potencial de nuestras variedades. Con perfecta ubicación y orientación del viñedo, en laderas con vistas al río Sil, suelos fundamentalmente arcillo-ferrosos con Godello y Mencía como variedades de uva.
D.O. VALDEORRAS
La comarca de Valdeorras fue tierra de paso y destino de las legiones romanas que trajeron consigo las primeras cepas y construyeron lagares para pisar la uva. Así, fueron dando origen a una tradición y cultura, hoy secular en el cultivo de la vid y la elaboración de exquisitos vinos, frescos y afrutados, con aromas de gran personalidad.
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