Los viñedos se encuentran en Almansa y Caudete en Castilla la Mancha y Villena en Alicante. Es una tierra sin filoxera y prácticamente sin ataques de hongos.
Son terrenos pedregosos sólo con el aporte del agua de lluvia y el cultivo de variedades autóctonas con una producción de 1,5 o 2 Kg por cepa.
Aplicamos los preparados biodinámicos 500 (Boñiga) y 501 (sílice) a nuestros campos buscando que la actividad bacteriana, logre aportar toda la sostenibilidad, biodiversidad y riqueza de nutrientes naturales para el campo y las viñas.
No cortamos la hierba que crece en las viñas para que aporte oxigenación, hidratación y equilibrio a las cepas.
Artesanos del vino
Nuestros vinos son ecológicos y naturales, libres de sulfitos y pesticidas, sin uso de fertilizantes químicos o productos agresivos para la naturaleza.
Provienen de agricultura biodinámica, es decir, siguiendo los ciclos de la Luna tanto para las labores del campo como la elaboración, embotellado, etc.
Nuestra filosofía es:
Sin prisas
Sin químicos
Sin sulfitos añadidos
Esos sulfitos añadidos son los causantes de reacciones alérgicas, dolores de cabeza y resacas que suelen dar algunos vinos.
Lo que distingue a estos vinos es lo natural, artesanal, honesto y respetuoso que es todo el proceso desde la viña hasta la botella.
Variedades de uva
Las variedades son autóctonas y milenarias: Monastrell, Garnacha, y Forcallat que cultivadas en secano dan una producción de 2,50-5,00 kg/cepa.
Estas uvas maduradas se llevan a la bodega en transporte propio metidas en cajas de plástico, se dejan reposar hasta la madrugada siguiente para rebajar su temperatura, ya que llegan del campo a más de 30ºC y para elaborar el vino es mejor que estén sobre 20ºC.
Así, la fruta, llega entera a la bodega y de madrugada se elabora el mosto que se deja fermentar en cubetas, sin aditivos ni sulfitos añadidos y valiéndose de las levaduras autóctonas.
Fermentación
Después del despalillado se conduce a depósitos pequeños de mil litros donde de forma natural y sin activadores sintéticos ni serpentines de temperatura, comienza la fermentación donde suele durar entre cinco a siete días. Controlando la densidad y la temperatura dos veces al día nunca alcanza más de los 27-28ºC de temperatura.
Una vez finalizada, el vino se extrae del depósito para su decantación y se estruja el hollejo que queda para su prensado y su posterior aprovechamiento del mismo.
Embotellado
Después de haber elegido una mezcla predeterminada o un monovarietal así establecido, determinamos dentro del Calendario lunar, los mejores días y momentos para su embotellado óptimo.
Por la atracción de la luna a los líquidos, intentamos que sean días menguante/ascendente en flor y/o fruto, sin nodos lunares, tormentas ni lluvia que pueden entorpecer el fluir de las partículas y esencia del vino.
Crianza en barrica
Sólo usamos barricas de segunda mano donde el aporte de madera al vino sea mínimo y garantice que lo esencial de la fruta y su “terroir” este presente después de haber estado en la crianza de barrica.
Utilizamos sobre 120 barricas de roble francés con tueste ligero y medio y también barricas de roble americano.
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